Mis padres son poco más o menos unos sádicos. Se empeñan en llevarme a lugares que no puedo disfrutar y hacerme la puñeta, y eso que soy un tío adorable.
El pasado fin de semana nos fuimos de
excursión a Alcalá de Henares donde la gente estaba un poco desubicada y
vestía como sacados de la Edad Media, o del Skyrim. En fin, todo en
plan muy artesano y muy cuco. Y allí se pudieron hasta las patas a migas
y huevos rotos mientras me mataban de hambre. Porque se creen que
dejarme chupar la cuchara de la costrada es alimentarme cuando ellos
comen hasta reventar.
En el paseo mi mami me
presentó a un señor que parece ser muy popular, el Quijote que estaba
sentado en un banco con un amigo gordo suyo. A mi, que quieres que te
diga, no me gustó. El tío era muy oscuro y estaba frío, para mi que no
respiraba ni nada, y su colega tampoco. Así qué me puse a llorar como un
descosido para que me sacaran de allí. Como siempre funcionó.
De
todas formas la feria era muy bonita y tenía porrón de cosas para niños
todos los días. Marionetas, paseos en burro, pajaritos, malabares,...
Si queréis estar informados de esta y muchas otras actividades os
aconsejo la web de una conocida de mamá que habla de todo lo que puedes
hacer en Alcalá con los más peques. Se llama Alcalá y los niños.
Canción: Honrado Ciudadano de Occidente - La Buena Vida
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