Mordedores

Llevo con eso de los dientecitos ya un tiempo y empiezo a estar hasta el ombligo. Si, hasta el ombligo. No la nariz, la baba me llega al ombligo.

Ni babero de paseo, ni dos capas de ropa,... Encima de dolerme me voy a constipar. 

Os he hablado de mis mordedores. Tengo una tonelada. El de la Isla de los monos me gustaba mucho. Eran unas hojitas que llevé colgadas en el carro hasta que llegó el de Suavinex, las llaves musicales. Después está el clásico mordedor de frío. Y ahora os voy a presentar la joya de la corona: el mordedor macaneador Bright Stars.

Parece un mordedor normal, pero cuando le hincas el diente... Brrrrrrr. Eso se pone a temblar cosa mala y da gustito en las encías. Vale, reconozco que la primera vez me dio un poco de susto y su consiguiente berrinche pero ahora estoy encantado.

Mucho más entretenido e higiénico que todo el mundo metiéndome los dedos en la boca y controlo yo la presión. 

Me ha molado. ¡Pura evolución del mundo del mordedor!

Canción: Bite Hard - Franz Ferdinand


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