The wedding


Me he ido de boda. Eso significa que me han llevado a un sitio con un montón de gente elegante que tenían mucha hambre y mucha sed. Poco más.

Las bodas a veces son un poco rollos. Primero venga a hablar en una iglesia, después venga a comer canapés y para terminar la gente bailaba raro.

Las novias son unas señoras muy guapas que van vestidas de blanco y los novios son unos señores con cara de miedo y el pelo raro. Al menos los míos lo eran. 

Me presentaron un nene que tenía mi edad y se abrazaba mucho, era muy cariñoso pero un poco canijo. Así que entre tanto arrumaco y carantoña me tenía un poco breado. Vestido de azul no me hacía parecer a una nena, pero era un niño con unos pololos como los que llevaba yo cuando no podía andar... 

Después del estres inicial me eché una siesta importante en la comida. Entre plato y plato decidí incluso darme una vuelta por medio Pueblo. Porque si, para molestar. Los bebes somos así.

Después de comer y tomar postre a todos les entró una sed muy mala y se tiraron de cabeza a algo que llamaron "barra libre" y entre bibe de mayor y bibe de mayor se dedicaron a acosar al DJ del Spotify para que pusiera canciones guarrillas. Son lo peor. Pero claro, la culpa de esto la tienen los novios por invitar a estos desubicados.

Al final aprendí muchas cosas de las bodas:

- No puedo tocar los enchufes del tío del órgano
- No me puedo bañar en la piscina de las azoteas
- No puedo bailar porque las canciones no son adecuadas para bebés
- La única bebida de mami que no puedo probar es una que se llama Baileys y que parecía muy rica

Y poco más. Vamos que está todo prohibido. ¡Menudo rollo!

Canción: Black Celebration - Depeche Mode

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