Si alguien duda del regalo ideal para un gamberro de dos años la respuesta es incuestionable: Tiene ruedas. Desde que soy un mico sólo tengo una afición y es irme montando en las motos y correpasillos de los niños del parque. Es como una fijación, niño que llega con moto, niño que se va al tobogan... ¡Y yo motorizado! Además no me inmuto, ya puede ser la moto de Hello Kitty, la de Spiderman o que el propietario llore como una magdalena. No me baja ni Perry.
Por eso en mi carta a los Reyes y Papa Noel sólo hay una cosa que pedía con ansia y anhelo... ¡La moto! Y m madre en la suya ha pedido el casco, las rodilleras y las coderas porque sostiene que no voy a durar entero ni medio segundo. ¡Mujer de poca fe!
Pues ¿Sabes cual es la cara que le queda a un bebé cuando descubre que va a tener una moto? Más o menos es algo así... (VER VIDEO)
Y no una moto cualquiera, una Molto Premium del color más bonito del mundo. ¡Rojo! Claro, esa es una deferencia entre mi madre y yo, yo sólo miraba la manera de montarme y ella lloraba de la emoción al ver que ya viene montada de fábrica. Parece que los mayores tienen un concepto diferente de la diversión.
La moto me va perfecta. Hasta ahora la mitad de las motos me quedaban "grandes", es decir, me monto y quedo con los pies colgando de forma que o un sólo pie llega al suelo o yo entero llego al suelo, así, en plan saco de patatas todo lo largo que soy. De alto mide casi 50 centímetros (algo más de treinta hasta el asiento) así que voy sobrado. Y como las ruedas son muy anchas he pasado de ir despacito al conocido "modo kamikaze", consiste en aprovechar la aerodinámica y echar el cuerpo entero para delante como si fuera una bala mientras oigo sutilmente el grito de mis padres detrás "noooooooooooo". Super divertido. Aún fallo un poco en eso de las curvas, es que aunque la rueda sea gorda uno se cree Marc Marquez y las cojo directamente en horizontal.
Después de escacharrarme varias veces puedo afirmar que la Molto Premium es INDESTRUCTIBLE, no se ha desconchado ni una pegatina... Un lujazo. Teniendo en cuenta lo -y cito - "animalito de bellota" que puedo llegar a ser está bien saber que me pueda durar hasta cumplir los cuatro años para pasar a los vehículos con pedales.
La he sacado poco de casa, es que llueve y se moja, o lo que es peor, me mojo yo. Pero desde luego es todo terreno y aguanta las inclemencias del tiempo y de las aceras. Porque bordillazos ya le he dado tres y no ha sufrido ningún reventón de ruedas. ¿Tendrá algo que ver que son de plástico sólido?
En fin. Que me veréis con mi moto mucho, mucho. ¡Adios correpasillos! ¡Hola Moto GP!
Más info: http://www.molto.es/es/producto/molto-cross-premium-chico-2/
2 Comentarios
Yo le regalé a mi sobrinita una rosa de esta marca hace un par de años y aún la usa. A mi bichilla ya le llegará el turno.
ResponderEliminarTu bichita ya tiene edad de correpaisllos y la moto de Imaginarium (que es la más pequeña del mercado) mi consejo es que esperes al año y medio ahí empieza a ser guay
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