Ni uno.
Ya ni la tortilla de patata.
No contento con eso además me he vuelto un destructor. No vale sentarme a la mesa con mis padres, ni en la trona, ni en la mini silla de pintar.
En cuanto no miran (y a veces incluso mirando) cuando no quiero más enfiló un guantazo al plato y listo. Hasta platos de plástico me he cargado de los porrazos. Y el sofá ya tiene unas manchas de lo más sospechosas que han calado de las fundas hacia abajo. Y esto, no te creas, lo hago con sólidos y lÃquidos. Que te sientas y empiezas a notar el pantalón empapado y soy yo que he compartido mi agua con el cojÃn.
En cuanto no miran (y a veces incluso mirando) cuando no quiero más enfiló un guantazo al plato y listo. Hasta platos de plástico me he cargado de los porrazos. Y el sofá ya tiene unas manchas de lo más sospechosas que han calado de las fundas hacia abajo. Y esto, no te creas, lo hago con sólidos y lÃquidos. Que te sientas y empiezas a notar el pantalón empapado y soy yo que he compartido mi agua con el cojÃn.
Si a eso le sumas mi nueva pasión por la pintura mural ya te haces a la idea de cómo está todo.
Mami, que es muy pragmática ha optado por la compra de gadgets para la supervivencia maternal. En este caso el plato-ventosa de Nuby. La cosa es muy simple y satánica. Pones el plato a la mesa y no hay forma de quitarlo. Lo he intentado. Asà que la única opción era vaciar con la cuchara el contenido a mano.
¿Pues no va el dichoso plato y tiene tapa y cuchara? Asà que de sacar la cominda nada de nada.
De momento lo reconozco: bebé 0 - Plato Nuby 1. Pero insistiré...
De momento lo reconozco: bebé 0 - Plato Nuby 1. Pero insistiré...
Canción: Los Platillos Volantes - Los Salvajes
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