Pixum aka Yo en todas partes

Las madres tienen necesidades raras. Bueno, necesidades y urgencias a fin de cuentas de lo más estético. Las cosas como son. Mi mamá llevaba desde hace tiempo con la mosca detrás de la oreja ansiosa por hacerse uno de esos foto lienzos porque sostiene que soy El Niño más guapo del mundo mundial. No le voy a quitar razón.

La primera decisión era con que compañía encargarlo. Cuando surgió la oportunidad de hacerlo con Pixum se quedó encantada porque había visto el acabado de algunos de sus productos fotográficos. Pero no, ella quería un lienzo... Así que a innovar.

Primera decisión: el material. Porque hace poco solo tenias el lienzo ese tipo cuadro que te ponían la foto y tirando... Ahora la cosa se compliac-. Que si Metacrilato, que si lienzo, que si foam... Al final todo el mundo tiene su acabado y su tamaño ideal... ¡Incluso para exteriores o para el baño! ¿Os imagináis mi careto en la bañera mirandote desde el techo? Lo mola todo.


Nos decantamos por el metacrilato, porque es elegante, lijero y no queda rugoso como los fotolienzos normales, además se puede poner en superficies con luz y queda la mar de mono y el acabado es perfecto, imprimen directamente sobre él y queda precioso. Podéis ver los bordes del cuadro en la foto.

Además teníamos claro una cosa... La foto tenía que ser divina de la muerte. Así ya acabas con una obra de arte en la pared, por eso elegimos una foto de la sesión de Eva Gascón, que es una crack. 

El resultado es bueno, bonito y barato. Fácil de hacer y, por poner una pega, la manía de no incluir los precios de los enganches en el total. Que luego te lías y al final es mejor saber lo que tienes y lo que debes sin llegar a la última pantalla.

Así que ahora tenemos sólo que preocuparnos de una cosa, que es además bastante importante... 

¿Donde lo ponemos?

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