- Sus horarios de apertura que son escasos y pocos: Los domingos de primavera y otoño (SOLO), y en tres pases diarios,
- Porque va muy lento, vamos, que es cierto eso que dicen que "pita más que anda"...
El tren de Arganda en concreto en un tren verde. Es un dato relevante porque así puedo diferenciarle del resto. Además es un tren a vapor. Un señor echa un montón de carbón y te atufa de humo en su recorrido de casi una hora en total entre la ida y la vuelta.
El trayecto es corto pero claro, como va pitando y despacito no se aprecia mucho. Hay puentes, caminos, ríos y lagos. Además hay muchos ciclistas y gente que saca fotos desde abajo.
A parte de la peculiaridad de pitar, el tren permite hacer cosas guays. Es decir, asomarse por la ventana abierta y saludar a todos los que te cruzas. Este es mi momento favorito.
Al llegar al final te puedes bajar a ver cómo cambian la locomotora de sitio. No da tiempo a mucho más pero mola bastante.
También tienen una maqueta pero no fuimos, básicamente porque a mi me molan los trenes "GANDES" no los pequeñitos, pero para llegar a verla también te montan en una maquina de esas como si fueras mercancía y posiblemente en otoño nos acerquemos a dar una vuelta.
Si no conocéis el Tren de Arganda os aconsejo que vigiléis sus tiempos de apertura porque es una mañana la mar de divertida.
¡Palabra de bebé trenefilo!
Más info: http://www.vapormadrid.com/
Canción: El Talgo del Amor - Los Fresones Rebeldes
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