Globos de helio, lo que le falta a tu fiestón

Sólo hay una cosa básica para que un cumpleaños salga bien y es que tenga globos. Si, está muy bien que la gente coma, que se hagan fotos chulas, que salten en el castillo hinchable,... pero lo realmente importante es que esté bonito y no creo que haya nada en el mundo más bonito que un techo lleno hasta arriba de globos flotando esperando ser capturados por los más pequeños.

No os hemos contado aún mucho de la super fiesta que hicimos por mi cumpleaños pero vamos a empezar poco a poco con los detalles para hacer fiestas molonas, low cost y vosotras solitas. Es decir, para mamis apañadas pero con escasas habilidades DIY. Y es que hacer algo chulo no es necesariamente caro y los gustos de las fiestas infantiles son básicamente los de los más peques.

Hay cientos de montajes para que quede todo precioso pero incluso si te decantas por lo más básico vas a tener un resultado ochentero la mar de simpático porque los globos son sin duda para disfrutarlos.

Una bombona de helio pequeña da para unos 30 globos. No es moco de pavo, y el proceso es de lo más simple:

Abrir válvula, llenar globo, cerrar globo, que se suelte el globo, coger la escalera para recuperarlo del techo y atar cuerda para que no vuelva a pasar.

Y así repetir hasta que no queden más. Por supuesto en medio se pueden hacer moñeces como esta:

Bueno, a lo mejor esto sólo lo hacen en mi familia porque son unos desubicados, creo que el resto de madres no dejan escapar ni una gotita de helio... Jajaja. Pero ya me entendéis, proceso fácil y sencillo sin lugar a error.

Nosotros conseguimos todo el material con los pack en ComprarHelioParaGlobos  porque además de tener una variedad inmensa tienen los mejores precios del mercado y en menos de dos días estaba la bombona en casa lista para ser trasportada y rellenar los globos en el local de la fiesta.

La especialista química de la familia se encargó del resto: llevar a cabo la operación estética de llenar y colocar los globos en el techo y los niños del cumple estuvieron encantados de hacer el resto: llevárselos a casa porque al final de la celebración todos los globos seguían en el techo esperando dueño.

Por increíble que parezca y pese a ser novatos del todo los globos fueron hinchados y aguantaron estoicamente en el techo sin bajar nada de nada. uno de los riesgos básicos era que la mitad se cayeran y quedase todo muy mustio. Pero no, ahí estaban con sus colorines esperando ser elegidos.