Perdidos en El bosque Encantado

Hay sitios muy curiosos en Madrid. Lugares geniales para pasar el día y echar unas horas de imaginación y aprendizaje porque El bosque Encantado, a pesar de ser una especie de parque temático de los árboles no deja de ser un excelente jardín botánico y así los peques podemos aprender, disfrutar y de paso pasar un buen rato.


Se encuentra en la localidad de San martín de Valdeiglesias, no es de fácil acceso, las cosas como son, y nos pillaba un poco a desamano pero aún así la excursión merece la pena. Pasamos una mañana genial gracias a Juntines para poder enseñaros las cosas chulas que se pueden hacer luchando contra el calor y la alergia.


Mi señora madre me estuvo explicando que íbamos a ver un parque con árboles con formas. Y no me engañó. Numerosas esculturas verdes pueblan el parque que está excelentemente cuidado, verde, regado, señalizado y controlado. Así que llegamos y nos topamos con el Bienvenidos que ya anunciaba muchas plantas en el camino, flores gigantes, figuras humanas, e incluso zonas temáticas dedicadas a plantas aromáticas, bonsais o cactus,.. había para todos los gustos.


La idea es perderse y recorrer -sin mucho mapa- el parque que es muy manejable en tamaño y además posee rampas para acceder a casi cualquier parte. La zona de los inventos, los cuentos, los animales de agua, aves, dinosaurios, las artes, amigos del hombre, seres mitológicos ... Todo lleno de riachuelos, fuentes y zonas de descanso, con mucha zona de sombra y aspersores refrescantes a cada poco (lo que hizo que nos diéramos unos buenos baños en la visita). Hicimos el tonto, intenté tocar las eculturas pero no me dejaron aunque si pude acercarme y observar lo chulas que son las estructuras donde ponen las plantas, y para el calor que hace estaba todo tremendamente verde.

A mi me gustaron especialmente, por orden riguroso: El árbol tren, los cactus y el laberinto... ¡Ay! El laberinto molaba mucho, de verdad. No parecía gran cosa hasta que decidieron dejarme dirigir la expedición a mi y no había forma de salir. Tras veinte minutos de dar vueltas y de aprovechar alguna calva para hacer trampas conseguimos llegar a la salida contra el pronostico de mi madre que decía que íbamos a morir allí encerrados. Ella siempre es muy positiva.



La zona de juegos era pequeñita pero sombreada y cerca del bar así que con Mickey, Donald y demás en cada puerta pudimos jugar un rato de la forma tradicional con tobogán, cabaña india y esas cosas que siempre funcionan entre los peques.


Se tarda en ver el parque cerca de dos horas, más lo que te quedes encerrado en el laberinto, pero puedes estar todo el tiempo que quieras dependiendo de lo que te interesen las plantas, leer los carteles o aprender de botánica...O si no buscar el tren, ducharse en los riachuelos o intentar encontrar la salida. cada cual decide lo que necesita hacer y se adapta cada visita.

Ideal de 3 a 99 años.

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