Visitamos Burrolandia

No os riáis, cuando me dijeron que me llevaban a Burrolandia me recordó a Pinocho, cuando se escapa del cole y se va con un circo y convierten a todos los nenes en burritos. Me parece una imagen tan impactante la de tener tantos burros juntos como en la película.


La verdad es que lo primero que nos sorprendió de Burrolandia es la cantidad de gente que había. El recinto era también muy extenso, cosa que tampoco esperábamos para una asociación sin ánimo de lucro que se dedica a rescatar a burritos y otros animales. Y la verdad es que casi todos estaban allí por el boca oreja así que no os sorprenderá que lo pasásemos tan bien.
Adultos flipándolo
Al lío, los burros, lo creáis o no son una especie declarada patrimonio de la humanidad y en Europa su número ha descendido tan drásticamente que en España dos de sus tres especies autoctonas están en peligro de extinción, en especial la raza zamorano-leonesa y la catalana. ¿Motivos? Pues los burros han dejado de ser útiles en el campo y por tanto su número en el continente ha pasado a ser muy escaso, por lo que han surgido iniciativas como esta para rescatarlos y cuidarlos.


Burrolandia abre todos los domingos del año de 10:00 a 14:30  es un sitio muy curioso. Por supuesto la principal atracción son los burritos pero hay muchas cosas que se pueden hacer. Desde disfrutar de su increíble museo de piezas de labranza a participar en sus actividades: charlas, conocimiento del medio, y sobre todo, las que más nos molaron; dar de comer a los burritos y montar en una calesa.


La entrada es gratis, por lo tanto puedes aportar la voluntad, hacerte voluntario, comprar algún producto exótico como leche de burra para sentirte Cleopatra o dar de comer a los burritos porque te ofrecen por 2'5 euros una ración generosa que permite un buen rato de diversión y apuestas sobre si algún niño perderá una mano devorado por las fauces de los burritos. También se puede dar un paseo en carrito por 3 euros y para completar tienen un pequeño bar muy económico para picar algo o tomar una coca cola. Todo muy kidsfriendly y con mucho olor a campo (ya me entienden).
Las citadas fauces de los burritos, ¿Os he dicho que un miembro de la expedición recibió un bocado?

Un plan muy, pero que muy aconsejable. Espero qeu os animéis y nos contéis qué tal la experiencia. 

Más info: www.burrolandia.es

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