#SuperJuniorDay , conociendo la leche de crecimiento de Nestlé


La verdad verdadera de la alimentación infantil es que tú como padre tienes la clave de lo que es mejor para tu hijo. En su alimentación, sobre todo en esos primeros mil días cualquier decisión que se tome con respecto a la dieta va a marcar a los peques en la nutrición y hay varios datos comprobados que son inquietantes:

Los niños tienen una alimentación genial hasta que cumplen el año, después los padres se relajan. No hay un motivo específico, simplemente se levanta la veda y empiezan a consumir más azúcares e hidratos de carbono (lo que yo llamo "mamá dame un huevo kinder") y empiezan a descompensarse los niveles de vitaminas, consumen menos fruta, verduras... y en resumen se unen a comer lo mismo que la unidad familiar que, no se vosotros, pero en esta casa van como las motos y sano, sano, lo que se dice sano, pues del todo no es. Aunque entonces llegan las benditas abuelas y lo solucionan a base de pucheros y comida "contundente". Y ya sales rodando del todo. Así como la bola de Indiana Jones por la puerta...

El Hierro es un mineral que de encuentra en comidas poco "apetecibles" por lo que el número de canijos con déficit de hierro e incluso anemia antes de los cinco años es brutal. El consumo de algunas vitaminas como la D es casi inexistente... Y eso sólo por citar algunas carencias de los nenes de entre 1 y 3 años.

Pues servido en bandeja este panorama la primera reflexión es que hay que cambiar los hábitos de consumo en los más pequeños, y sobre todo por imitación, así comeremos todos un poco mejor que no estaría nada mal.

En cuestión de leche, que aporta la mayor cantidad de calcio a los peques, hay que elegir con cuidado una leche que lleve refuerzo, leer las etiquetas y meditar la más saludable, y hay que sumar otros puntos como intentar que las grasas de la misma sean moderadas (ya que la leche de vaca entera peca de exceso de aporte energético si se consume mucha pero es deficitaria en hierro, vitaminas y ácidos grasos esenciales ), y un largo etcétera que hace que al final la ecuación sea muy complicada y mareante. Así que hay algunos motivos para aconsejar el consumo de leche de crecimiento a partir del año de vida. 



Desde Nestlé nos invitaron a una jornada lúdico festiva la mar de entretenida donde además de conocer a gente extraordinaria y compartir equipo con mamis de premio gordo disfrutamos y aprendimos de nutrición tanto en la primera edición en Barcelona como en el encuentro de Madrid.

La manera más sencilla de aprender es ponerse en manos de una vieja (vieja es un decir) conocida, Nadia Solana (Nutricionista y tecnóloga de los alimentos de Nestlé) donde entramos en una dinámica de equipos con un mini quizz premiado por Gallifantes, bueno, por ositos de Nestlé que son también muy monos. Y después con un encuentro con Isabel Leyva de Mamá, quiero ser blogger donde en un breve coaching hizo echar espuma por la boca a más de una y ampliar la lista de cosas para hacer en este año 2017. ¡Pero aprendieron mogollón!

Así por resumir, que ya sabéis que mi retentiva es la de un niño de tres años y estas cosas conviene dejarlas meridianamente claras, las leches de crecimiento poseen una serie de características que pueden apoyar el consumo de determinados nutrientes esenciales aunque lleven, por ejemplo, un aporte de azúcares externo, es decir, se debe valorar si la alimentación del niño cubre las necesidades y luego estudiar las opciones que hay en el mercado. Los productos de Nestlé poseen las mejores calificaciones y aportes de hierro y vitaminas del mercado en este momento y contiene leche de vaca, no se trata de una leche de continuación.


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