Pues bien, aprovechando la escapada a Barcelona fuimos a visitar Granja Aventura Park, ya habíamos leído maravillas en los blogs de las chicas de Barcelona pero al verdad es que finalmente superaron incluso las expectativas que teníamos. ¡Fue un día fantástico!
Os cuento, Granja Aventura Park está en Villadecavalls, muy cerquita de Terrasa, pero para llegar es mejor que paséis por al web y leáis las indicaciones porque el GPS juega malas pasadas, y no os agobiéis porque el camino es un camino, no una carretera, seguramente vais bien.
Efectivamente es una granja escuela pero tiene muchas cosas más: exhibiciones de animales del mundo y exóticos, para tocar bichos, huerto y actividades varias así que lo mejor es que en la entrada os informéis de los horarios. Hay muchíiiiiiiisimo personal así que no vais a tener problemas para encontrar a alguien que os ayude y organizaros para no perderos nada.
Ahora empieza la aventura... y las cuestas. La zona es plena montaña así que listos para subir y bajar, es parte de la diversión. Nosotros la primera parada la hicimos en los animales exóticos donde nos dejaron tocar bichos muy monos, ya sabéis que somos fans de los lagartos, serpientes y demás bichejos de ese tipo. Así que nos lo pasamos bomba tocando y aprendiendo un poco de ellos, sobre todo que los adultos se empeñan en abandonarlos y maltratarlos, cosa que está muy mal. ¡Ya lo he dicho!
Entre las actividades que tenían el día de nuestra ¡¡Pintar piedras!!
Fue genial primero encontrar la piedra que se parecía al animal que queríamos y luego guarrear con las pinturas y hasta ponerles ojos. La tenemos en la estantería como un autentico tesoro.
Además se puede plantar una lechuga, hacen pintacaras y mil y una cosas más.
Uno de los momentos estrella es la visita a la granja. Tuvimos la suerte de llegar a tiempo para dar de comer a los bichos. No os voy a engañar, a mi no me apetecía mucho, pero después me achucharon y ya el cogí el punto y me lo pasé bastante bien. Las cosas como son, ni los bichos salieron mal parados ni a mi me mordió una cabra, cosa que me da una cierta inquietud.
Dimos de comer a conejos, gallos, cabras, ovejas y demás bichos que estaban la mar de a gusto en los corrales.
Pero el plato fuerte, bueno, el nuestro fueron los bocatas en la zona de picnic pero no me refiero a ese plato de comer, me refiero al metafórico, es la zona de aventura. Una infantil y una de niños grandes. Una pasada con actividades físicas, puentes, cuerdas y tirolina junior (creo que hay uno para más grandotes pero no me han dejado ni acercarme). Fue muy divertido, no tanto cuando no me podían bajar para irnos pero para mí muy divertido, incluso cuando me quedé enredado en uno de los puentes y nadie se dio cuenta hasta que un monitor me salvó por fin. Suspenso a mi madre por falta de atención.
La visita a Granja Aventura Park es más que recomendable por su espíritu, instalaciones, personal, actividades y sobre todo porque sales de allí con al sensación de haber pasado un día genial y de haber aprendido mogollón. De verdad que no so lo podéis perder.
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