De festivales con niños: El Low de Benidorm


Este año ha sido mi segundo Low, ya era un poco más consciente y también más cabezón, eso quiere decir que si algo no me apetecía o no me gustaba no lo hacía y listo. Así que este año también ha sido un reto para mis padres mantenerme entretenido, comprenderme y adecuarse a mis necesidades y sobre todo a mi estado de ánimo de cada momento. Ir a un festival es toda una aventura, sea cual sea tu edad, pero con 4 años es incluso más emocionante. ¿Te vienes a la edición 2017 con niño debajo del brazo? 



Este año el Low ha batido todos los records de asistencia, eso quiere decir que había gente, mucha gente, así que hay que contar con ello para la logística, por ejemplo para ingerir alimentos o ir al baño, un adulto puede decidir aguantar un pis o que puede comer un poco más tarde, pero yo no, yo si digo que tengo hambre le dices a Los Pixies que se callen que estoy ocupado y listo. Esto sería mucho más sencillo si se pudiera llevar una botellita de agua y unas galletas pero la política del festival de no comida para niños (sólo para bebés) juega en nuestra contra porque aunque hay variedad de alimentos no es lo mismo llevarte unas patatas de casa que tener que hacer una cola kilométrica para comprar una tortilla de patata. Así que este año nos lo planteamos con una calma pasmosa y nos organizamos en grupos. Una vez destrozado el carro el primer día no quedaba otra que mantenernos unidos ante la adversidad y mis 20 kilos de peso y hacer lo posible porque estuviera cómodo y nutrido. Madre se hizo fuerte en las gradas y padre era el recadero que traía las fotos y la comida cada tres primeras canciones. Nos funcionó bastante bien, la verdad. El secreto era adelantarse al hambre, nunca llegar al punto en el que me convierto en un Critter o en un Gremlim malo. Ya sabes, comer antes de media noche y no mojarme es básico.


Otro tema era lo de aguantar muchos conciertos seguidos. Eso no pasa, así que seguimos la política de hacer vida normal e ir tarde al recinto (y así evitar también el solaco infernal) de forma que llegábamos a ver con determinada confianza y seguridad los cabezas de cartel antes de caer rendido o declararme en huelga de música.

Otro gran reto era qué hacer durante todo el concierto porque media hora es mi límite máximo de atención, al principio bailo, canto un poco y soy adorable, luego me aburro y quiero ir a correr o al parque. Así que la mochila de mi madre era lo mismo que el bolso de Mary Poppins pero versión juguetes: pistolas de pompas, libretas, pinturas, tatuajes, camiones, coches y demás juguetes en pos de la calma necesaria para soportar al menos dos horas dentro del recinto sin bajas. Y la cosa es que lo de las pistolas de burbujas funciona muy bien. Apuntadlo queridos festivaleros. 

Una cosa buena que tiene el Low es que el recinto es amplio así que cambiar de aires era relativamente fácil, lo mismo que comer sentado, cosa que se agradece. Esto y el hecho de tener gradas hacen que sea uno de los festivales más agradables para los peques. Este año posiblemente hayan batido el record de acreditaciones infantiles por la cantidad de niños que hemos visto en el recinto. Nuestra enhorabuena a los padres porque además casi todos tenían cascos protectores en las orejas así que pueden conservar el oído hasta que sean adolescentes y se hagan fans del Reaggeton. Los paseos y hacer el tonto un poco en los puestos suele ayudar mucho entre concierto y concierto, además la acústica y los casi no solapamientos hacen que al menos escuchar los escuches todos.

Este años los grupos eran bastante más brutos que otros años y los horarios interesantes se alargaban a la noche pero la verdad es que lo soporté muy bien. Cada año un poco mejor, ya se sabe. Eso sí, es una pena que sigan sin dar el paso y hacer un MiniLow una mañana o pongan alguna zona para los peques porque además este año los patrocinadores no dejaban jugar en casi nada por los derechos de imagen de los menores. Así que no pudimos hacer una ronda de esas divertidas haciendo el bobo cantando con los Doritos o sacando fotos simpáticas.

¿Es divertido ir de festival con niños? Es diferente, lo pasas bien aunque obviamente es moderado, no se puede ir a la primera fila, te adecuas hábitos y ritmos infantiles o pegar voces como un descosido. Pero sinceramente merece la pena.



Igual que el año pasado el que más me gustó fue La Habitación Roja este año hay punto para Sidonie, que la canción del perro lo petó. 

Publicar un comentario

19 Comentarios

  1. Nosotros no somos muy de festivales pero viendo lo bien que lo pasasteis dan ganas de ir jajaja

    ResponderEliminar
  2. Deseandito que la pulga crezca un poquito más para ir a un sarao de estos que lo molan todo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nunca es pronto si llevas protectores auditivos. ¡Ahí lo dejo! Jaja

      Eliminar
  3. Pues muy buena organización para ir al festival, tengo mucho que aprender de vosotros

    ResponderEliminar
  4. Ostras, nosotros no somos nada de festivales, pero viendo cómo os lo pasastéis creo que nos animaremos :P

    ResponderEliminar
  5. Oye, pues que te oigan y haga un "mini low" porque es cierto que el publico también es de madres y padres de familia que pueden disfrutar de eso... Lo de la comida me parece atroz, vamos, yo me escondo galletas en el entreteto o donde haga falta!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo del tema de las comidas y bebidas deberían de pensarselo un poco porque la cosa es que pagar a precio de sangre de unicornio una botella de agua... Pues no.

      Eliminar
  6. Yo soy muy festivalera, pero todavía no me he atrevido a ir con el peque, creo que aún es pronto. Pero seguro que más adelante iremos en familia. Hemos ido al Rototom, porque está adaptado para los niños y también al Formigues.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Una vez ido a uno ya teienss la pericia para hacerlo en cualquiera con un mísimo de infraestructura. ¡Ya nos contarás!

      Eliminar
  7. Genial el post. No imaginaba que los festivales tuviesen en cuenta que los papis con peques también quieren disfrutar de los conciertos. Me ha encantado. Igual hasta el verano que viene me animo a llevar al pollo y probamos la experiencia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si te animas queremos leer la experiencia. Siempre se aprende algo porque una madre pensando cunde mucho. Jaja

      Eliminar
  8. Gracias por compartir, se escucha un festival divertidisimo. Tu pequeño tiene su carita lo máximo de feliz.

    ResponderEliminar
  9. Impresionada me tienes. Menuda logística. Desde luego hay que ir así de organizado y con mil de paciencia para ir a un evento como ese con niños.
    Yo me pondría un poco más nerviosa que tú con lo del tema de la comida.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Al fianl es paciencia y resignación. Eso o salir para comer y volver a entrar pero vamos, qeu para un dái no te merece la pena. Se adapta uno y tiras para adelante

      Eliminar
  10. yo he sido bastante festivalera, pero quitando los que hacen sesión de niños (por aquí en Madrid si hay alguno y está muy bien) no lo veo aún. Me resultaría más agobiante que divertido...así que esperaremos un poco más. Eso si, enhorabuena por la organización ;-)

    ResponderEliminar
Emoji
(y)
:)
:(
hihi
:-)
:D
=D
:-d
;(
;-(
@-)
:P
:o
:>)
(o)
:p
(p)
:-s
(m)
8-)
:-t
:-b
b-(
:-#
=p~
x-)
(k)