Escalonades de Villajoyosa

A final del año pasado se puso sobre la mesa un proyecto para dar una nueva vida a las bajadas peatonales de las playas de Villajoyosa. Por su estructura hay un importante desnivel entre la zona del pueblo y la costa que se salva con unas estrechas callejuelas con empinadas escaleras que estaban en un estado bastante deteriorado, sobre todo porque son los accesos lógicos para llegar desde zonas pobladas como Patifosc, por poner un ejemplo. Igual que hay descensos preciosos como los que bajan por el casco antiguo o las escaleras mecánicas del Parque del Censal, existían cinco bajadas peatonales más escondidas pero de uso común que se han transformado durante este año en auténticos lugares de interés turístico con un encanto especial. 
El proyecto denominado Escalonades y a falta de una escalera ya ha conseguido recuperar cuatro de las cinco bajadas peatonales cambiando los graffitis por autenticas obras de arte que además rinden homenaje a partes importantes de la vida de los Vileros. 

Quiero empezar por mi favorita, la bajada del Cine Paz, uno de los últimos cines de verano que cerró en Villajoposa donde había muchísimos cines más cubiertos y de temporada, todos ellos aparecen en las escaleras de esta nueva bajada, la más extensa y bonita que hay. 

Homenajes al cine, a los clásicos, un pequeño parque inspirado en los Pájaros de Hitchcock o fotogramas del conocido desembarco. Una replica de unas taquillas y algunos detalles de atrezzo como celuloide en las barandillas o los maceteros y las papeleras hacen que sea una bajada especial para los que conocimos Villajoyosa y sus cines. Además en la zona más cercana a la playa podrás ver los antiguos bancos de los cines, esos incómodos pero entrañables bancos de madera que te dejaban el culo cuadrado pero que te recuerdan momentos geniales de tu infancia entre pipas y lagartijas paseando por la cara de tus actores favoritos.





Desde la calle Requena, la más empinada de las escaleras y una de las más empleadas por los vecinos es la que dedican al Mediterraneo con un mural en mosaico usando los escalones de bajada y con adornos inspirados en el mar con los versos de Joan Manuel Serrat en las paredes. Además con iluminación con bombillas, como la dedicada al cine, que da luz a las bajadas en la noche y animan al paseo.

Ya casi en el puerto encontramos la dedicada al Chocolate. Una de las que más gustan a los más pequeños. Con dos murales decorativos con escenarios de La Vila y escalones que recuerdan a onzas de chocolate se accede a la parte alta pudiendo recorrer por sus paredes las infinitas fábricas de chocolate que tenía el pueblo. Ahora quedan en activo tan sólo cuatro de ellas: Valor, Clavileño, Pérez y Marcos Tonda pero algunos recordamos con cariño la Chololatería Buana, por ejemplo que estaba en la Avenida del País Valenciano con sus asientos altos que pesaban una tonelada y que era una delicia. Además de los envoltorios hay algunos elementos realizados con simples piedras o una chololatera derramando delicioso chololate ladera abajo. Los matorrales están empezando a hacer de las suyas, habría que intentar mantenerla bonita, como está con sus sacos de cacao en el suelo y dando mucha hambre.


La última escalera abierta se inauguró el día del Carmen de 2019 y es la dedicada al puerto y los pescadores.

Un sencillo color azul, el nombre de embarcaciones, barcos en madera, un faro, redes y un par de barcos, de los que sólo queda ya uno , animan a subir al mirador desde el que se tiene una vista increíble y única del puerto.


Queda por descubrir la escalera del Palasiet que estará dedicada a la gastronomía, se llamará Entreplats y puede ser la más colaborativa porque la idea presentada en el proyecto original es que la gente pueda pintar sus propios platos que decorarán , como hacían antaño, las fachadas de las casas de este descenso hacia el mar.

Reconozco que la idea es preciosa, la oportunidad de hacer este tipo de reformas por parte de la gente creativa que se ha empeñado en reconstruir estas escaleras con cariño es genial y la gente debería ayudar a conservar las instalaciones que ya han empezado a tener desgaste como el patio de Los Pájaros o la taquilla del cine que se ha perdido en pocos meses o el segundo barco de la escalera de los pescadores. Estas escaleras dan vida al pueblo, animan a conocer un poco más de su cultura y además hacen mucho más agradable el paisaje para todos. 

Os animamos a descubrirlas porque os van a encantar. 

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