Cómo jugar con Pokemon Go con niños: Ventajas y consejos de este juego móvil.

Muchos conocéis los Pokemon en sus múltiples vertientes: consolas, videojuegos, y ahora el móvil gracias a la plataforma de juego on line y gratuita que se lanzo en verano de 2016. Desde su lanzamiento el número de descargas se dispararon y millones de usuarios salieron a la calle a jugar con sus Pokemon y a cazarlos en su sistema de realidad aumentada. Con picos de jugadores activos que suben y bajan en función del lanzamiento de novedades. La cosa es que años después sigue siendo uno de los juegos para móviles más populares pero ¿Sabes como se usa? ¿Lo conoces? ¿Juegan tus hijos? Te contamos un poco cómo es Pokemon Go y las ventajas de jugar con tus hijos.


¿Qué necesitas para jugar a Pokemon Go? 

Una de las principales características del juego, por su mecánica, es que necesitas un móvil con conexión a internet y la geolocalización habilitada. El principal objetivo del juego es "pasear" para encontrar Pokemon, girar fotodiscos para obtener objetos, caminar para abrir huevos y combatir en los gimnasios, incursiones y paradas oscuras y los recién estrenados combates en la liga o contra amigos. Además, adicionalmente, puedes realizar investigaciones para conseguir logros especiales y hacer "regalos virtuales" a tus amigos en linea.

¿Qué puede hacer tu hijo con desconocidos en la app? 

Pues a priori, y a día de hoy, nada. Puedes hacer amigos virtuales pero sólo sirven para combatir o intercambiar pokemons y formar equipo. Esto quiere decir que estos amigos pueden ser reales, es decir, su propio grupo que debe ingresar con un código, o virtuales, que simplemente pueden interactuar de forma lejana y que podrán acceder a alguna información básica como su nombre de usuario o los lugares donde consiguen los regalos (algunos son muy generales e imposibles de detectar por la foto o descripción) . No hay forma de que los usuarios manden mensajes os e comuniquen de ninguna forma con tu hijo.

¿Qué hay de positivo en la app? 

1. Animan a los jugadores a salir a la calle.

Una de las principales críticas al juego era que los niños no despegaban su mirada de las pantallas. Pero eso no es del todo cierto, en realidad los parques se llenaron de niños que jugaban a Pokemon pero que también caminaban y compartían partidas y kilómetros con sus amigos FUERA DE CASA. Caminar mucho y hacer kilómetros es necesario para el buen uso del juego y la única manera de que siga siendo divertido es recorrer mundo para encontrar esas misiones y Pokemon que te rodean.

Jugar en otras consolas requieren quedarse en casa y jugar en solitario, o en algunas ocasiones on line, pero quitan el factor aire libre y aventura.

También se habló mucho de la gente que hacía cosas muy locas como entrar en recintos privados o ir a lugares peligrosos. Anecdóticamente los casos que aparecieron eran, en su mayoría, adultos, no niños. Así que hay que concederles el crédito de ser más sensatos que la mayoría de los mayores de edad.

2. Incentiva las interacciones. 

Las nuevas funcionalidades hacen que haya algunos juegos dentro de la app que ayudan a que los niños se relacionen más allá de la pantalla. Nosotros pactamos el intercambio de un pokemon al día. Elige uno especialmente complicado y negocia con los suyos el cambio.

También practicamos combates, unas veces gana, otras pierde, de ese modo trabajamos sobre la frustración y la paciencia.

Y cuando compartimos conexión una de sus actividades favoritas es hacer incursiones y ganar "entre los dos" a los rivales.

3. Practica mates. 

En nuestro caso, con sus 6 años , nos sirve para operaciones muy básicas, para que repase los números y para que decida cual es mejor o peor en función de los números. También a calcular cuantos caramelos le falta a un pokemon para su evolución, entre otras muchas cosas que pueden depender de las habilidades matemáticas de vuestras criaturas.

4. Fomenta la imaginación... y la memoria. 

Las dos opciones son igualmente de productivas. Los más de 600 bichos y sus nombres, tipos y habilidades son un autentico reto para sus cabezas. Yo soy incapaz de aprenderme la mitad de ellos pero bicho controla todas sus evoluciones al detalle.

Una de las cosas que le fascina hacer es conseguir sus pokemon favoritos y ponerle nombres divertidos... Y según le van saliendo nuevos Pokemon se encarga de inventar cuentos e historias. Y por supuesto los dibujos, le salen preciosos.

5. Su álbum de fotos. 

Una de las cosas más inservibles del juego es la función de fotografía que te permite poner Pokemon en entornos reales. Pero para los canijos sacarse fotos con sus compañeros es toda una experiencia. Mi galería está llena de fotos de Pokemons y en ocasiones pide que se las saquemos a él con ellos y le encanta verlas.

Cosas que deberíais hacer si jugáis a Pokemon Go con menores. 

- Limitar el uso del móvil y hacerlo en ocasiones especiales. No se trata de hacer que sea adictivo, si no divertido.

- Jugar siempre con ellos. A pesar de que es una app muy sencilla y segura para ellos siempre es recomendable que los controléis y siempre seáis conscientes de qué uso dan a todos los aspectos de su vida digital.

 - Limitar el acceso a tienda. A pesar de ser una app gratuita es posible realizar compras a través de la app así que inactiva las compras por si la lían sin querer.

- Pasaros a las cartas. Bandai acaba de comprar la franquicia de las cartas. Nosotros hemos estado con ellas desde hace tiempo y tenemos un montón. Son cartas semirígidas para jugar al rol que pueden coleccionarse o usarse en batallas. Para ser sincera no acabo de saber bien cómo se juega porque es francamente complicado pero por su variedad coleccionarlas es un vicio. Las usamos de premio cuando se porta bien y las colocamos de manera aleatoria en los álbumes por tipos de Pokemon, de esa forma estudia sin la pantalla los pokemon y sus poderes y los recuerda cuando coge el móvil.


Para terminar quiero que os quedéis con varias cosas sobre el uso de videojuegos y los niños. Política de pantalla cero hasta los tres años. A partir de ahí uso limitado y restrictivo de los dispositivos. Siempre con ellos y sabiendo muy bien qué hacen con los móviles. Y no tengáis miedo. Los niños viene con una tablet debajo del brazo, son herramientas de trabajo y de ocio que van a formar parte de su vida así que es mejor que les acompañéis en ese camino. Prohibir no es la solución.

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