Aquiles, la pelirroja y El niño que quería usar vestido dos formas de afrontar la diferencia y los roles.

Hay muchas editoriales que hacen una labor genial. Está claro que los libros y los cuentos son una herramienta fantástica para tratar determinados temas con los más pequeños, su poder educativo es un pilar básico para gestionar emociones y sentimientos además de fomentar el diálogo y, sobre todo, abrir sus mentes e iniciar en determinados temas que pueden ser interesantes para ellos por cercanía familiar o personal.

La Colección Mevés de BABIDU-BÚ es un claro ejemplo de que hay editoriales que están tratando de hacer cosas diferentes y que existe un público para este tipo de contenido. Vamos a hablaros de varios de estos títulos que aunque se recopilan bajo la bandera LGTBI tienen muchas más lecturas, hablan de tolerancia, de igualdad, de respeto, de feminismo, de diversidad y de amor.

En este primer bloque hemos seleccionado dos de sus cuentos que tratan de niños que se visten "de niñas", ambos lo afrontan de forma totalmente diferente y tienen un mensaje totalmente dispar. Eso sí, los dos están preparados para afrontar que lo diferente nos hace únicos y sea cual sea la circunstancia de cada uno lo importante es ser feliz. ¿Os animáis a descubrirlos?

Aquiles, la pelirroja.

Posiblemente -de todos los libros que hemos tenido la oportunidad de leer de la colección- es el que más me ha gustado por lo que cuenta y cómo lo cuenta. Su autora es Ana Rossetti, escritora con una importante trayectoria en literatura infantil y juvenil y además conduce el espacio de literatura dedicada a los más pequeños en Jardines en el bolsillo de Radio 1. Pero no solo ella es responsable de la ternura y la potencia de la historia, Beatriz I Bustamante es la diseñadora de las preciosas ilustraciones clásicas y tiernas que ayudan a dar mayor rapidez y comprensión al relato.

Los grandes aciertos de Aquiles son, sin duda, su capacidad de apoyarse en un mito muy reconocido y darle la vuelta para hablar de diversidad y tratar temas de forma metódica y directa. Imaginemos que Aquiles, el gran guerrero que fue decisivo en la guerra contra Troya pudo pasar sus días de infancia lejos de la violencia y los enfrentamientos. Hijo de una diosa y de un mortal consiguió, gracias a su madre, la (casi) inmortalidad exceptuando su pequeño punto débil. Como una madre es capaz de todo por sus hijos, ante la inminente guerra, y a pesar de que Aquiles estaba muy preparado para el enfrentamiento, decide protegerlo y darle una infancia lejos de los campos de batalla. Para ello le disfraza de chica y le lleva a un palacio donde poder estar tranquilo y protegido. En el palacio descubre que ser mujer no es tan fácil y que muchas de sus libertades están recortadas aunque también descubre que las habilidades, sean cuales sean se aprenden y no dependen del sexo de cada persona.

Aquiles hace una cosa muy bien, personaliza en la figura de algo tan cercano como un niño los valores más necesarios para la convivencia como la igualdad, el respeto y la empatía. La forma del pequeño muchacho de ponerse literalmente en el vestido de una chica en la antigüedad es un recurso muy efectivo. Además no duda en hablar sobre mitos y leyendas acercando el apasionante mundo griego a los mas pequeños.

Por cierto, reivindiquemos más este cambio de roles, ¿Qué diferencia vemos en esta versión de Aquiles si la comparamos con, por ejemplo, Mulan? Ahí lo dejo.

Solo viendo su portada ya te habrás enamorado de esta maravilla que puedes encontrar online sin problemas y que te ayudará a tratar tantos temas tanto para niños como para niñas... Y además aprenderás un montón de mitología.

El niño que quería usar vestido


Tengo sentimientos encontrados con este libro escrito por Kelsy Quiroz Sanchez y que trata un tema muy valiente pero también algo polémico. ¡Y nos gusta la polémica cuando se trata de mover cosas dentro de los mas pequeños! Básicamente Ramón es un niño normal pero quiere llevar un vestido. La sociedad le dice que no debe llevarlo, sus padres no lo entienden, la profesora se opone pero el niño simplemente es feliz con un precioso vestido como el de su hermana.

El libro es una lección vital en contra de los convencionalismos a favor de la libertad. ¿Por qué un niño no puede llevar un vestido? ¿por qué las niñas tienen que agujerearse los pendientes y los niños, por ejemplo, no pueden hacerlo? ¿Por que siguen viendo raro que un niño pueda llevar el pelo largo y las niñas sin largas melenas son confundidas con chavales? Todas estas preguntas rondan la mente de toda madre cuyo hijo tiene una inquietud o gusto diferente en cuestiones que tienen que ver con los roles de género. Se podrían ampliar a poder usar coches o muñecas en función de que al niño le apetezca hacerlo o usar rosa o azul en la forma de vestir, al final se trata de eso... de costumbre.

En ese sentido la apuesta de Kelsy es honesta y valiente y muy bien llevada. Es cierto que puede ser una herramienta genial para niños que se enfrenten directamente con estas situaciones. Si bien yo veo en Ramoncito un niño que es feliz usando falda porque le apetece, le resulta cómoda y le gusta también deja abierta la puerta a otro tipo de diálogo quizás menos usual y común, llegaremos a ello mas adelante. Los niños pueden usar faldas si quieren y nadie debería impedírselo, si no que lo hablen con los escoceses o con Billy Porter. ¡Arriba la diversidad y el respeto!

En la recta final del libro hay un episodio concreto que me generó dudas y por eso me puse en contacto con Kelsy que me dio una visión mucho más amplia del concepto y me hizo comprender que en lugar de mirar de forma limitada podía abrir un abanico de posibilidades para el futuro de Ramón. Sus padres deciden ponerse en contacto con una vecina cuyo hijo ha decidido iniciar la transición y su único consejo que reciben es que si Ramón es feliz y ellos lo son no hay inconveniente en que el pequeño vista como quiera.

Al introducir de forma tan directa el tema me pareció complicado pero es cierto que en mi lectura del libro Ramón solo es un niño con falda pero hay muchos niños que tienen un presente similar y un futuro diferente... ¿Por qué no iniciar un diálogo sobre Ramón y su futuro?. ¿Será una etapa?, ¿Será admiración por la figura de su hermana? , ¿será simplemente gusto por la moda?, ¿será símbolo de la identidad sexual del pequeño? Eso no aparece en el libro, lo que hay es un crío que quiere hacer algo que le gusta y le hace feliz y que por las convenciones sociales es rechazado por los suyos. Y eso es algo que nunca debería de pasar, sea cual sea el futuro de Ramón. Como hemos mencionado antes... ¿y qué sucede con el pelo largo o los pendientes? Al final es solo eso, una cuestión de tradición y costumbre que podemos cambiar en esta nueva generación.

En realidad, si lo pensamos fríamente el libro no habla de Ramoncín, habla de sus padres, de cómo se enfrentan ante una situación lo convierten en un problema solo por evitar burlas o encasillamientos y pierden de vista lo mas importante... que su hijo sea feliz.

Este libro es de tapa blanda pero de una calidad excepcional en cuanto a páginas y diseño.

Lo puedes encontrar en AMAZON.

Dentro de poco os hablaremos de más títulos de esta colección pero queremos saber si tenéis algún libro sobre estos temas, si os interesan y qué echáis en falta en cuanto a estas temáticas en las editoriales. El diálogo está abierto.  

¡Contadme!



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