Educar a un niño en el feminismo. Ed Plataforma Actual

No es la primera vez que me oís comentar que considero casi igual de importante el educar a las niñas en la igualdad y el feminismo para que sean capaces de llegar a desarrollar todo su potencial y conseguir romper el techo de cristal que aún está sobre nuestras cabezas que conseguir que sus compañeros varones entiendan que la educación en el feminismo es la solución. Si los hombres no asumen que las mujeres son exactamente iguales a ellos se generarán esas desigualdades desde el ámbito casero, el que es más inquietante y sin duda más difícil de tratar por la vergüenza o la lacra social que puede representar. Los hombres de esta generación siguen viendo roles femeninos de cuidadoras pero podemos pensar que en un futuro esto pueda cambiar poco a poco con el esfuerzo de todos. Por eso el libro de Iria Marañón es una visión completa y sencilla para aproximarnos a los problemas reales de la crianza de hijos varones. 

En esta casa hay un niños varón, pero también hay dos progenitores trabajadores e incluso la madre aporta más a la unidad familiar que el padre. Eso es una realidad que cada vez es más habitual en los hogares. El problema es que a parte de la carga de trabajo externo el rol del hogar sigue perteneciendo a la mujer y eso hace que en la creación de roles, por observación e imitación creemos pequeños micromachismos en las cabezas de los pequeños. Por eso manuales como este son más que un libro de consulta un espejo para ver esas pequeñas cosas que están ahí cada día y que por mucho que intentemos evitar llegan a los pequeños se nos cuelan por la escuadra por la presión social, el entorno o la influencia del resto de personas que le rodea, desde abuelos a otros niños que, por las razones que sean, tienen una idea diferente de la educación por cómo se desarrolla en sus hogares. No estamos para cuestionar o juzgar, estamos para rectificar y hacerlo mejor, pero es cierto que el camino se antoja largo y complicado.


Iria hace un reflejo de la masculinidad desde etapas tempranas pero sobre todo recurre a diversas herramientas de diálogo para que los pequeños puedan llegar a sus propias conclusiones. Pero esa herramienta es válida sólo si el ejercicio lo hacemos tanto con los niños como con las niñas. Es peligroso el estereotipo tanto de un género como de otro. No quiero decir que una niña tenga que renunciar a sus muñecas de Frozen o a baile, pero tiene que entender que puede elegir también Karate o fútbol y NO PASA NADA. Y a la inversa, porque los estereotipos en la primera infancia provienen tanto de los niños masculinos como de las niñas con separaciones que desde infantil se van haciendo incluso más grandes con el paso del tiempo de forma que en la adolescencia es casi imposible compensarlas.

Se me ocurre analizar las nuevas profesiones de futuro, por cada 50 youtubers chicos en ámbitos como el de los videojuegos sólo un par de ellos son mujeres. ¿Por qué? ¿Acaso el Minecraft entiende de géneros? Es más, ¿si las mujeres no llegan a esos puestos es porque el usuario prefiere ver a dos chavales haciendo el salvaje más que a una mujer jugando? Y eso aplica al mundo del blog donde fuera de los espacios dedicados a belleza o gastronomía son pocas las mujeres que destacan o encontrar un podcast sobre cine presentado por una mujer es casi una utopía. Si estos nuevos "empleos" ya están copados por hombres ya tenemos de nuevo una generación marcada por roles a diferente nivel. Y como amante de la tecnología y creadora de contenidos es algo que me preocupa, me inquieta que sin creadoras de contenido la visión de todo sea partidista y acabemos como al principio pero hiperconectados. 

Educar a un hijo en el feminismo requiere detectar estos cambios y errores y corregirlos y gracias a este libro podemos encontrar herramientas que ayudan a hacernos preguntas y encontrar respuestas. Si, nos manda tarea pero es la parte más interesante. Analiza situaciones y plantea preguntas para tratarlas en el hogar pero también propone recursos como películas o lecturas que pueden hacer más llevadera esa aventura de criar niños y más tarde adolescentes. La sección de apuntes se introduce a lo largo de los diferentes capítulos resaltados en cuadrados más oscuros e intentan aportar información extra y contexto social para poder argumentar con éxito la concepción de los roles y desmontarlos mediante el diálogo. Es una tarea que deben llevar a cabo ambos progenitores, por supuesto, y además que estén presentes en cada día para que sean verdaderamente útiles.

En sus capítulos desgrana desde lo más básico cómo saber lo que es un niño, como se construyen los privilegios, valorar y estudiar su lugar en el mundo, que conozca sus opciones y sepa usarlas, que sea consciente de su poder como parte de un hogar y más allá de todo eso hay unos cuantos capítulos dedicados a los sentimientos, a las muestras de cariño pero también a la violencia inherente a su género, la gran asignatura pendiente de las habilidades emocionales.

Iria Marañón es filóloga y editora de una multinacional de educación y además es la renombrada autora de otras obras como Educar en el Feminismo con pistas para las madres de niñas que ya va por su octava edición , o Libérate de la carga mental que aborda la carga extra que soportan las mujeres en su vida y desde la perspectiva psicológica intenta aliviarlos.

Este libro debería ser de obligada lectura para padres de niños, pero también para todos aquellos que tengan una relación directa de con ellos para que sean conscientes de cómo sus actos afectan a la crianza y formación de su temperamento y les convertirán en los hombres que van a ser mañana.

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