Asignatura pendiente, cortar pelos, eso que siempre hemos intentado en alguna ocasión y que ha acabado siendo un fracaso de dimensiones apoteósicas. Seguro que toda madre se ha sentido en algún momento emponderada y ha cogido unas tijeras a la voz de "esto no es difícil, yo puedo". Con la nueva era de YouTube la cosa se pone peor, hay gente que te enseña a cortar desde lo más básico a lo más complicado pero hay un riesgo grande en creerse peluqueros y es que los niños pueden acabar medio calvos, con flequillos imposibles o simplemente sacados de un catálogo de peluquería de los años ochenta donde todo esto estaba permitido la cuestión es que por el motivo que sea: ahorrar unos eurillos, hacer un retoque pequeñito, arreglar accidentes o simplemente una pandemia, son motivos más que suficientes para ponernos manos a l obra y aprender a cortar el pelo a los peques (y no tan peques) y sobrevivir con dignidad y sin acabar como hippies. Comprar una maquinilla, arriesgarte con las tijeras, tutoriales que vale y que no... Aprende de nuestros errores, ¡Adelante, a cortar pelos!
Poe experiencia personal las maquinas para cortar el pelo son una gran inversión. A una media de 10€ el corte de pelo infantil ten en cuenta que en menos de un año habrás amortizado el aparato en cuestión y con su uso podrás aprender varias formas de "rapar" a las criaturas: descargar el pelo, retocar, dejar pares más largas, usar los diferentes cepillos y accesorios. Además las tienes super económicas y muy funcionales desde 25€ y con 9 longitudes de corte, así dicho es imposible hacerlo mal...
Todos hemos pensado que cortar el pelo con tijera es sencillo pero es más complicado de lo que parece, ir más allá de retocar un flequillo, lo cual es un riesgo siempre, puede convertir a nuestro querubín en el hazmerreír de la clase y , lo que es peor, asistir a la peluquería y explicar que hemos sido sus amantísimos padres los que hemos perpetrado el estropicio es bastante humillante. El pelo de las criaturas es raro, tiene remolinos, quiquis, formas extrañas, giros inesperados y con un poco de agua y usando un peine podemos caer en las trampas inmensas que nos esperan a cada pequeño tijeretazo. Lo digo por experiencia personal, si os animáis a intentarlo , por mucho youtuber que os lo explique intentad que no sea cerca de una fecha importante o recordaréis en las fotos de su cumpleaños/reyes magos o viaje de turno cuando os pensabais que eráis miembros de Marco Aldani.
2. El síndrome de "Mi vecina/amiga/prima lo hace y le sale fenomenal".
Esto es aplicable a cualquier profesión del mundo, desde hacer un edificio a plantar una lenteja. Siempre hay alguien que piensa que los títulos los homologan por intentar, conseguir o acercarte a un resultado pasable. Que, ¡Oye! Lo mismo la necesidad te hace descubrir tu verdadera vocación en esta vida pero hay algo dentro de mi que me dice que no.
3. Con el pelo húmedo pero sin ser la niña de The Ring
En el caso de las mujeres el factor pelo mojad ayuda para melenas pero, os lo pido de verdad, en los flequillos no mojéis mucho o pareceréis un look de los 90 de Björk. El pelo mojado pesa más y parece que cortas "menos" de lo que cortas. True Story.
4. Elije los utensilios adecuados.
No uses una afeitadora de barba para cortar el pelo o una tijera de cortar las uñas para cortar el pelo. De nada. No voy a intentar decir cuales son los efectos secundarios de usar instrumentos inadecuados en propias carnes. ¡Ni la matanza de Texas!
He flipado porque una tijera media cuesta cerca de 15€, y sin saber usarla es un dinero, frente a los 25-30€ de la máquina más sencilla (marca Braun) y los 50€ de las casi profesionales.
Basado en hechos reales.
¿Qué nos ha pasado? Pues lo que a todos, nos hemos sentido peluqueros por un día.. bueno durante varios porque todos sabemos lo que pasa cuando te pones, que al ver la que has liado sigues, y sigues, y un poco cada día hasta que casi conviertes a tu hijo en un extra de En el nombre de la Rosa.
Vamos a remontarnos a la primera vez que nos sentimos "creativos". Sus primeros Reyes Magos, niño con flequillo largo, Tijera para arriba, tijera para abajo.. pues al final el niño acabó siendo una versión de medio metro de Hitler, solo le faltaba el bigote. Y si, pensamos que eso daría por finalizada la aventura de cortar el pelo en casa. Error.
Siguiente episodio. Pandemia del 2020. Después de 3 meses el niño sin cortar el pelo y totalmente asilvestrado teníamos dos opciones: implantar las rastas, intentar cortarle algo el pelo. Parecía una tarea sencilla, sólo un poco el flequillo, quizás un poco las patillas, y bueno, quizás un poco por detrás que parece un Padawan con la coletilla... Y el pelo de la parte de arriba, que parece Goku… Resumen. Un Cristo. Trasquilones, una patilla a lo Churro Jiménez y otra inexistente, la parte de atrás con calvas y el quiqui de la cabeza que parecía descontrolado ahora ya alcanza la vertical perfecta. No voy a hablar del flequillo, vuestra imaginación más creativa se queda corto. Estamos pensando en inaugurar un nuevo estilo peluquero para denominar este desastre y convertirlo en tendencia, pero no, mejor hemos pedido una maquina a Amazon y así, con no salir de casa en dos días lo tenemos listo, ¡Qué dinero más bien invertido!
2 Comentarios
Jaja. Me lo imagino. Los míos van ahora todos con flequillo “a lo Vasco” como dice mi marido, bien cortito y recto. Alguna calva.. pero bueno, ya llevo 2 veces hijos y marido y voy cogiendo practica ( el único decente mi marido ����
ResponderEliminarOye, pues a lo vasco no está tan mal. Yo creo que hay partes que son de hippie, partes de El nombre de la rosa y sin duda le flequillo es Hitler. He sacado una peluca para los próximos videos. :D
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