No voy a ocultar mi entusiasmo ante la posibilidad de tener un filón de cine comentable de la decáda de los ochenta. Esa maravillosa etapa donde las películas eras siniestramente entretenidas y mezclaban géneros a lo loco. Daba lo mismo que hubiera alienigenas que se comían gente, animales adorables que mutaban al comer después de media noche o adolescentes hombres lobo, era la época en la que a partir de los 7 años se abría un abanico infinito de diversión en el videoclub convertido ahora en el paraiso de las plataformas de streaming.
Hay algo extrañamente curioso en cómo el ser canijo de la casa se para a analizar estas películas y no se queda nunca en la escena icónica que nos marcó en la infancia. Se deja llevar por una nueva generación sin preocuparse mucho de que no existan los móviles o que los adolescentes vistan raro. En realidad estamos redescubriendo autenticos peliculones y dando un poco de criterio a la criatura, esperamos que algún día nos lo agradezca y no nos odie por ello.
Como siempre la dinámica es sencilla. Dar al PLAY y adivinar la peli antes de llegar al final. Esta creo que es fácil.
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