Estando en infantil la profesora nos dio un día un buen susto. Pensaba que el niño tenía problemas de visión, se tocaba los ojos, guiñaba mucho al mirar la pizarra y perdía la atención. Tardamos menos de dos días en conseguir cita con la pediatra y con un oftalmólogo para que le realizaran una revisión más profunda a pesar de haber pasado los pertinentes controles hacía menos de tres meses. El que acabara llevando gafas no era un tema que nos preocupara en exceso porque es cierto que los dos padres llevamos gafas así que genéticamente tenía todas las papeletas. Es más, en la clase de infantil la friolera de cuatro niños llevaban gafas o parches para corregir algún defecto de visión.
Revisiones de la vista ¿Cuándo hacerlas?
Los peques pasan estas revisiones de forma periódica en los pediatras desde los seis meses pero llega un momento en que es necesario un extra ya que estas visitas se van espaciando muchísimo. Es importante prestar atención a las pequeñas señales y, a veces, incluso a los propios profesores que controlan esos cambios en los pequeños. Ahora mismo ponerse gafas no es un trauma para ningún niño porque existen una gran variedad de modelos y opciones para elegir lo que más se adapte a sus necesidades incluso lentes de contacto a buen precio que ahora mismo con el coronavirus y las mascarillas son de las opciones más acertadas.
Una vez al año es la recomendación más habitual, lo mismo que deberíamos realizarla los adultos. Una cosa que tenemos que tener en cuenta es que las rutinas de los niños son muy diferentes en la actualidad y que la inclusión de pantallas y dispositivos están provocando afecciones oculares que antes se desarrollaban más tarde. las pantallas están cada vez más cerca de los ojos y por tanto las miopías crecen de forma desorbitada según muchos estudios. Una luz adecuada en las habitaciones, correctos hábitos a la hora de descansar, ... son muchas las opciones para conseguir que la salud visual de nuestros hijos no se resienta.
Gafas, la gran frontera
Antes el uso de gafas era casi visto con extrañeza y hasta la edad adolescente era raro ver a niños con gafas, de hecho los modelos existentes eran feos y bastante poco agradecidos pero por fortuna esto ha cambiado muchísimo y en cualquier óptica puedes adquirir modelos a su gusto. Además gracias a las nuevas formas de comprar se pueden conseguir auténticos chollos o innovar probando productos de lo más novedoso como lentillas de hidrogel como las que puedes adquirir por ejemplo en la tienda Vision Direct.Aunque parezca raro el uso de lentillas en edades tempranas se ha extendido. El límite para su uso es simplemente que los pequeños sean capaces de llevar a cabo su mantenimiento de forma que las ventajas de las lentillas pueden ser muy atrayentes no sólo para los más mayores que se preocupan de su aspecto. En cierta forma dan mucha más comodidad y libertad si por ejemplo practican deportes. Aumentan la autoestima ya que son totalmente invisibles y aún existen niños que se preocupan del estigma de llevar gafas. Obtienes una visión total, no existen ángulos muertos cuando se mira hacia los laterales cosa que es muy útil dada la distribución de algunas clases y , casi lo más importante, según se mire puede ser un ahorro para los niños más desastres que las pierden o las rompen constantemente.
Sin dramas
La cosa es que después de la revisión con pediatra y en la óptica nos dijeron que la visión de la criatura era perfecta así que no necesitaría llevar gafas. Eso al principio fue una gran decepción porque preparados para lo peor ya habíamos hecho una interesante campaña a favor de ellas. Al año siguiente volvimos a revisar la vista y seguimos con vista de lince y creo que este año también pasaremos la prueba aunque estamos tranquilos porque sabemos que tenemos muchas opciones y seguro que con o sin gafas.
Y vosotros, ¿Vais a revisar la vista una vez al año?
3 Comentarios
Yo llevé a la niña hace un mes por precaución (en septiembre empieza el cole) y salió con gafas y parche. No habíamos notado nada, pero hicimos pleno: hipermetropía, astigmatismo y ojo vago. De momento, tiene que llevar parche cuatro horas diarias para fortalecer el ojo izquierdo, que tiene más dioptrías y ve muy poco. Lo que más me asombra es que llevamos dos semanas con las gafas y el parche y la gente casi que te da el pésame como si fuera una tragedia y se sorprenden cuando les digo que estoy encantada, no sé, pero si la niña no ve, cuanto antes empiece con gafas mejor ¿no? No entiendo el drama.
ResponderEliminarCuanto antes se ataje el problema mejor. Evitas problemas en el aprendizaje, retrasos en el colegio, inseguridad... Y ahora las gafas tienen variedad y no son feas, es más, hay niños que usan lentillas desde los 8 años y tan contentos. Lo importante es que eso no les marque y puedan seguir con su vida. Tu actitud es la correcta. El resto del mundo es para hacérselo mirar
EliminarEs muy importante una revisión por el especialista porque hay cosas que pasan inadvertidas, la mía tiene tres añitos y el pediatra no le notó nunca nada. Esta semana la llevé a una revisión gratuita que hacían en una óptica del barrio y resulta que es miope y necesita gafas. Cuando hoy se las ha puesto, su cara era un poema, no paraba de mirarlo todo y no se las ha quitado en todo el día. Ahora a vigilar que no le aumente mucho, que dicen que la miopía tiende a subir.
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