Desconocía casi totalmente el maravilloso catálogo de Maeva Young pero hay varios títulos que me llamaron poderosamente la atención de sus últimos lanzamientos. Al visitar la web me he encontrado con maravillas en forma de literatura juvenil pero también un delicado y cuidado catálogo de cómics para adolescentes (y no tan adolescentes hacia arriba y hacia abajo). Y es que cada vez somos más los que consideramos que leer novela gráfica es igual de importante que dejarse seducir por cualquier otro género. Poseen un lenguaje en si mismo, unas reglas y sencillas pero muy precisas y una forma de disfrutarse igual de razonables que la literatura convencional pero que además añaden muchas cosas enriquecedoras, y no creo que tenga que hacer un discurso propio de uno de los personajes de este libro que nos traemos entre manos sobre las virtudes de los cómics y su gran valor para educar y enseñar valores porque a estas alturas son pocos los que consideran que estas lecturas sólo tienen querer con superhéroes y tebeos cómicos. Sus autores ya no son considerados soplo dibujantes, son premiados y valorados por su labor y consiguen aportar a las nuevas generaciones historias que necesitan ser contadas, que rozan lo inspiración al… de hecho recomendaría que todo aquel padre que haya oido a su hijo decir que quiere ser dibujante de cómics le compre inmediatamente ¡La idea más tonta del mundo! Porque ese niño se lo va agradecer eternamente.
Empecemos… ¡por el final!
No es habitual pero para reseñar esta novela gráfica es necesario empezar por el final porque necesitas saber quien es Jimmy Gownley. Este muchacho comenzó a ilustrar sus propios cómics con 15 años y ha sido nominado a los premios Eisner en 11 ocasiones. Ama tanto los cómics que es el cofundador de Kids love cómics, una asociación que defiende el valor educativo y la capacidad de las novelas gráficas para la educación emocional y personal de los más pequeños. Ha publicado con éxito llegando a la lista de súper ventas del The New York Times y sus novelas gráficas son muy populares, sobre todo ¡Amelia manda! Que es ya un clásico moderno pero la historia que cuenta es mucho más que un pequeño relato, es un canto a su infancia porque el protagonista de ¡La idea más tonta del mundo! Es él mimo, bueno, su yo adolescente, su yo iniciándose en el mundo de la ilustración y de sus amigos, amores y aventuras en el instituto porque no hay nada más loco que escribir sobre lo que en realidad conoces.
De familia humilde, con pocos recursos, con una educación férrea en un colegio católico la historia transcurre entre 1985 y 1990 y podría ser una historia contemporánea o, en su defecto, inspirar a todos aquellos que consideran que su creatividad puede servir a otras personas. El libro era un regalo para Tony pero lo es para todos los que hemos tenido la oportunidad de leerlo. Sinceramente es una maravilla y un retrato juvenil que seguro que inspira a más de uno.
FICHA DEL LIBRO
La idea mas tonta del mundo.
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