Yo, Raquel Pris. Robots dedel futuro y aventuras en femenino

Yo, Raquel Pris es un libro diferente, de hecho una saga porque acaban de sacar la segunda entrega de esta novela juvenil con aventuras, acción y leyes de la robótica que sale de la mente de Gabriel García de Oro y que ilustra maravillosamente bien Anna Franquesa. Si estáis acostumbrados a que solo hablemos maravillas sobre los libros que caen en nuestras manos no dejéis de leer esta reseña porque tiene truco y es que esta primera entrega de la saga llamada ¡Mi robot tiene un problema! Me ha generado sentimientos encontrados, después he hecho las paces e incluso he llegado a pensar que la idea es genial pero… estoy adelantando mucho los acontecimientos. 

 

¿Qué tiene de especial este libro? Estamos en un futuro no tan lejano donde los robots y los humanos conviven en armonía, los viajes a otros planetas existen y la civilización ha cambiado mucho. Nuestra protagonista Raquel Pris es una niña normal que en verano tiene que pasar tiempo con su abuelo, todos los años igual, parece que la conciliación no existe ni en el futuro. Su abuelo es un científico brillante que creó un emporio en torno a los robots y seguro que pasa un verano interesante, o, al menos, aprende algo nuevo. Desde que entra por la puerta la cosa se tuerce mucho aunque esto lo sabemos porque el libro se narra en un grandioso flashback hasta acabar en una carrera de camiones robóticos muy loca. Raquel tendrá compañeros muy interesantes en esta ocasión, un robot que busca su sentido de la vida, un gato un poco satánicamente y el propio abuelo que intentarán que no corra peligro aunque os anticipo que es una misión imposible. 

 El libro se divide en capítulos cortos ilustrados de forma magnífica por Anna Franquesa y que le da todo el color y la profundidad a este mundo futurista. Supongo que pensaréis que empecé diciendo que el libro tiene truco y no parece que sea lo que estamos describiendo… ¡Al lío! Raquel Pris está narrado en primera persona por su protagonista en un lenguaje coloquial y juvenil. En ocasiones demasiado. Me explico, mientras hay detalles como su especial uso de las palabras que me hacía mucha gracia, por norma general los primeros capítulos me costó mucho leer este tipo de redacción. Soy una señora mayor y arcaica… De hecho pensé en abandonar la tarea hasta que entró en la ecuación el peque empezó a leerlo y me pidió un capítulo por la noche. Al leerlo en alto la cosa cambió. La cadencia de la narración en voz alta era otra cosa, era maravillosa. Mi hijo se reía, yo comprendía las pausas, las reflexiones y los objetivos de las cosas que antes me ponían nerviosa y según avanzaba incluso empezo a hacerme gracia. Hasta que llegamos al final del libro y Gabriel García de Oro explicó sus cartas y lo entendí todo. De hecho me siento un poco estúpida de no haber caído en ello antes y os recomiendo que si leéis con los peques os lo planteéis como lectura en alto porque es muy divertido para ellos y para vosotros. 

De esta forma este simpático libro ganó un poquito más de profundidad y el personaje de Raquel y sus peculiares compañeros fueron redondeándose. Tanto, tanto, que saber que la siguiente aventura nos hará conocer a Kylie Robot ya me tiene intrigada. 


 Por cierto, ideal a partir de 8 años, corto para que lo lean solos y ademas la edición es muy bonita. Como siempre a favor de personajes protagonistas femeninos y fuertes. Ahora entenderéis mi dicotomía vital a la hora de hablaros de esta pequeña maravilla y os anime a descubrirla con pequeñas pistas para ahorraros el disgusto. Recuerda, la primera entrega se llama ¡Mi robot tiene un problema! y la segunda, que acaba de salir, La fama perdida de Kylie Robot. ¡Feliz lectura!

  

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