¿Qué le ofreces a la otra persona?
Uno de los errores más frecuentes de quien dirige un sitio web es limitarse a crear algún contenido, subirlo a la red y esperar acontecimientos. La falta de conocimientos técnicos les impide percatarse de que el hosting es la clave de todo. El término alude al alojamiento web que es el encargado tanto de almacenar los datos de tu página como de ofrecérselos con la máxima velocidad a quien los quiera consultar. Cuanto menos tiempo tarde en cargar tu sitio web, más opciones tendrás de mejorar el posicionamiento de tu web y de ganar en autoridad. Si confías en una empresa fiable, no tardarás en comprobar que el tráfico orgánico de tu sitio web no para de crecer. Digamos que vas a conseguir que si tu pareja te llama en lugar de responder a las dos horas, respondes a los dos segundos. ¿No crees que esta segunda opción es mucho más adecuada para enamorar a la otra persona?
Otras recomendaciones para elegir un alojamiento web
Te damos algunos consejos para tener una buena relación con tu empresa de hosting. Al tratarse del nexo de unión entre tu propuesta y otra persona, has de exigirle que cada conexión sea segura (mejor si está certificada por sellos como DDoS o SSL), que ponga a tu disposición un asesor especializado y que te ofrezca atención al cliente durante las 24 horas. Si tienes que enamorar a un posible cliente o usuario que sea con todas las herramientas a tu alcance.
¿Te es infiel tu audiencia potencial? Puede ser, pero esto va a ser porque otra página le ofrece algo que tú no tienes. Para evitarlo, comienza por realizar un trabajo de segmentación de tu audiencia potencial. Semejante labor te permitirá conocer qué le gusta, qué pide y qué le interesa. Es como enamorar casi por encargo a quien te gusta.
Otro aspecto que has de evitar es caer en la zona de amigos. Tu web no puede ser visitada de vez en cuando o en momentos puntuales porque ofrezcas algo a cambio. Más bien, has de convertir tu propuesta en un lugar que se visite a diario. Como ya sabrás, no hay nada mejor para una relación que cuidarla a cada momento y ofrecerle todo lo que necesita para que nunca deje de crecer. No olvides que todo lo anterior no tendría sentido si no fuera por un alojamiento web que se vaya adaptando a tus necesidades y a las exigencias de tus seguidores potenciales. Si te tomas tu sitio web como una relación sentimental vas a implicarte mucho más y a conseguir que sus posibles usuarios se sientan distintos al consultar a diario tus contenidos. ¡Que viva el amor!
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